miércoles, 22 de abril de 2015

Nuestras fieles amigas las agujetas



Es curioso que las agujetas sean tan conocidas y cotidianas para la gente que practica deporte, los que se inician o los que realizan alguna actividad extraordinaria, y realmente haya tantos falsos mitos sobre ellas y se sepa tan poco al respecto.

Recuerdo cuando era pequeño y me iniciaba en el mundo del deporte, que mi profesora de educación física nos daba el sabio consejo, acorde a las últimas teorías conocidas en esa época, de beber un vasito de agua con azúcar para eliminar esa sensación de dolor muscular tras el ejercicio.

Esto se basaba en que se creía que las DMAT (dolor muscular de aparición tardía) o agujetas, se debían a la acumulación de ácido láctico en el músculo y la cristalización de este, dando lugar a esa sensación de pinchazos internos. Esta teoría aún sigue planenando en la creencia popular, aun habiendo sido demostrado que este no es el motivo.

Las agujetas suelen aparecer al reiniciar una actividad, sobre todo al principio de la temporada, también al cambiar el tipo de rutina de entrenamiento, ambos motivos relacionados directamente con un incremento de la intensidad o un excesivo volumen de entrenamiento.

Aunque a día de hoy no existe una teoría que demuestre rotundamente los motivos de su aparición, la más aceptada por la comunidad científica atribuye el dolor y la inflamación al número de micro roturas de fibras que se producen durante la práctica física. Los estudios más recientes hablan de que esta inflamación parece no ser suficiente para causar dolor ya que se precisa que el músculo se estire o se contraiga para sentir los dolores típicos de las agujeta, así que se apunta a la inflamación de los receptores sensoriales como el huso muscular.

Las primeras molestias suelen aparecer dentro de las primeras 24 horas de realización del ejercicio, llegando a su pico entre las 24 y 72 horas, y suelen desaparecer por completo entre los 5 y 7 días.

Es muy común escuchar a la gente decir, y lo dicen porque lo piensan verdaderamente, que tener agujetas es señal de que se ha trabajado bien. 

¡Error!

Las agujetas  aparecen por someter a nuestra musculatura a un esfuerzo superior al que está adaptada, y aún más si los tipos de contracciones musculares son de tipo excéntrico (el músculo se estira siendo vencido por la resistencia, como cuando bajamos una cuesta). Por lo tanto, son evitables llevando una progresión adecuada e incluyendo en las sesiones de entrenamiento un buen calentamiento previo, a parte de tener un tono muscular óptimo.

Y diréis: a estos de Esencia se les ha olvidado recomendar estirar al terminar la sesión.

Sí que lo recomendamos, pero para mejorar la amplitud de movimiento, evitar contracturas y sobrecargas y como método de relajación y vuelta a la calma, pero los últimos estudios sobre la realización de estiramientos para reducir los dolores producidos por las agujetas lanzan a la luz el efecto nulo de estos.

Si a pesar de los consejos que ya hemos ido dando a lo largo de este post, te encuetras en un punto de no retorno, con los músculos doloridos te traemos unos consejos para que puedas reducirlas.

Ante un cuadro de agujetas suaves, que son a las que estamos más acostumbrados, os recomendamos usar agua caliente en la zona afectada acompañado de friegas suaves. También encontraréis mejoría realizando un poco de ejercicio moderado que genere adrenalina y nos quite el dolor de maner temporal.

Las agujetas moderadas van acompañadas de inflamación, por lo que recomendamos aplicar pomada antiinflamatoria. Esto lo podemos complementar con baños de agua caliente con aceites esenciales y aromaterapia que nos ayudará a recuperarnos mucho más rápido.

Cuando existen agujetas es elevado dejaremos de realizar cualquier actividad física para centrarnos en recuperar la salud muscular de nuevo. Ingerir analgésicos suaves para mitigar el dolor es una buena alternativa para que nos podamos mover. A esto podemos acompañarlo con duchas de agua fría. Primeramente realizaremos duchas normales con agua caliente y luego dirigiremos un chorro de agua fría a la parte afectada para adormecerla y mitigar el dolor por un momento. La ingesta de alimentos ricos en magnesio nos ayudará a recuperarnos antes.

Esperamos que hayamos podido aclararte un poco las ideas sobre las agujetas y te sean útiles nuestros consejos.


Recuerda que entrenar con Esencia marca la diferencia.